Notas De Salida: petit grain, bergamota, mejorana, mandarina y abrótano
Notas De Corazón: lavanda, romero, bayas de enebro, esclarea, pimienta y cilantro
Notas De Fondo: vetiver, pino, musgo de roble, sándalo, almizcle y pachulí
En su apertura, se despliega un bouquet de notas frescas y luminosas, como un jardín de rosas blancas en plena floración. Las notas cítricas y afrutadas se entrelazan con la frescura de las rosas, creando una sensación de calma y serenidad. Es como dar un paseo en un jardín de rosas blancas bajo la luz de la luna, una experiencia que conecta con la pureza y la paz. A medida que la fragancia se desarrolla, el corazón de rosas blancas se despliega con gracia, como un manto de pétalos blancos que abrazan la piel. Estas rosas, símbolo de inocencia y amor eterno, aportan una sensualidad sutil y elegante. Pero lo que hace que Agua Fresca de Rosas Blancas sea verdaderamente única es su base de almizcle y madera de cedro, que le otorga una durabilidad y profundidad distintivas. Es como un abrazo cálido que perdura en la piel, una fragancia que evoca la pureza del corazón y la sofisticación de la mujer que la lleva. Esta fragancia es mucho más que un perfume; es una invitación a abrazar la belleza en su forma más pura, una oda a la feminidad y un recordatorio de que la elegancia y la delicadeza son atemporales. Agua Fresca de Rosas Blancas de Adolfo Domínguez es como un cuento de hadas en una botella, una experiencia olfativa que te transporta a un mundo de sueños y pureza.
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